Hoy vamos a reflexionar sobre el discurso social media. Esta reflexión surge del capítulo "6. Actitud 2.0: 13 claves del discurso social media".
Ya sabemos todos que las redes sociales están en auge. La mayor parte de la población joven las utiliza y los adultos están dejándose llevar cada vez más por ellas. Pero ¿qué tienen estas redes para que seamos capaces de ofrecerlas tanta información personal?
Nada más entrar a una red social te pide una serie de datos básicos: fotografía, sexo, edad, localidad, estado civil, profesión,... Este acercamiento nos comienza a introducir en el hecho de compartir datos. A partir de aquí comenzaremos a compartir fotografías, pensamientos, comentarios, aficiones, situaciones,... Nuestro afán por compartir es tan grande que somos capaces de compartir online datos que en offline no seríamos capaces. Compartimos opiniones sobre todos los ámbitos, compartimos cómo nos sentimos y compartimos qué hacemos.
Esto es algo que me hace pensar. Es cierto que no a todos los amigos que tienes en tus redes sociales, ya sean Facebook, Twitter o Instagram, les contarías qué tal te ha ido el día, si estás triste por algún motivo o qué estás pensando en ese momento. Entonces, ¿por qué lo hacemos cuando tenemos una red social delante? ¿Es necesario compartir tanto? A mi me llegado a pasar el tener un amigo en Facebook que al encontrarnos por la calle no hemos sido capaces de saludarnos, pero sabemos exactamente en qué momento de su vida se encuentra gracias a esta afición por compartir todo. ¿A dónde estamos llegando a parar?
También podemos reflexionar sobre el hecho de que hay personas que mienten sobre su verdadera identidad o que intentan cambiar los aspectos que no se gustan de sí mismos mediante una red social. Puede que se deba a que en este medio pueden comenzar de cero. Se inventan un nombre, una personalidad y parten con la confianza que antes no tenían. Pueden ser llegar a ser quien quieran ser.
Al final puede que se den cuenta de que les gusta más ser esa persona inventada que la que son en la vida "real". Y digo yo, ¿en ese momento cuál es la personalidad real? ¿Aquella construida a partir de la actuación o aquella que era antes? Quizá tu propia personalidad cambia cuando eres capaz de cambiarla por estos medios. ¿Dónde comienza y acaba tu personalidad real?
Creo pensar que tanto la personalidad que compartes online como la vida offline es la misma. Tu actitud ante las redes sociales van a formar tu propia personalidad. Todo lo que realizas en internet no es ajeno a tu persona, no es otra personalidad diferente a la tuya, sino que va a afectar sobre ti de un modo u otro.
Esta es mi reflexión, pero tengo mucha curiosidad sobre cuál es la tuya sobre este tema. Qué te parece si me escribes un comentario con tu propia reflexión y yo intentaré contestarte, así crearemos un feedback y aprenderemos mucho el uno del otro.
¡Nos leemos en los comentarios!
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